"Pero en los casos en los que no ha sido la costumbre sino el más íntimo impulso el
que nos ha llevado a ofrecer amor y veneración, cuando hemos sido discípulos y amigos
de todo corazón, el momento de reconocer que la corriente dominante en nosotros se
aparta de la persona querida es amargo y terrible. Cada pensamiento que rechaza al
amigo y al maestro se vuelve con aguijón venenoso contra nuestro propio corazón; cada
golpe de defensa nos da en la propia cara. A quien creía actuar según una moral válida
se le aparecen las palabras «infidelidad» e «ingratitud» como vergonzosos reproches y
estigmas; el corazón aterrado huye temeroso a refugiarse en los amados valles de las
virtudes infantiles. Me costaba trabajo comprender que también esta ruptura ha de ser
llevada a cabo, que también hay que cortar este lazo."
... monta. Supongo. No te estreses, no soy mentecata o cabeza hueca, me preocupo por los asuntos ocultos del alma, sólo que no con la frecuencia con la que me gustaría. Tchaikovsky me habla, con voz tonante y persistente, y eso me conmueve y a veces me hace llorar. No puedo meditar, porque no puedo dormir a mi mente para despertar a mi subconsciente. Además, le tengo miedo.
...no hay palabras, o el desorden monumental no permite su fidedigna acomodación en una frase coherente. Letras amontonadas, hacinamiento de ideas, gritos que no se van a cantar, silencios que no se pueden digerir. Minuciosidades o nimiedades o estupideces o incoherencias.
Por los momentos, sólo contaremos con el título. Cuando disponga de tiempo, espacio y persona me dedicaré a arbitrarizar el texto (y seguiré con los neologismos)...
Pedacitos de Sara 